Pero a ustedes los que oyen, les digo: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los  odian, bendigan a los que los maldicen; oren por los que los insultan.  Al que te hiera en la mejilla, preséntale la otra. Lucas 6: 27.29.

Qué diferente y qué difícil leer estas frases y llevarlas a la práctica. ¿Dónde está esto escrito y Quién lo dijo?  Está en la Biblia y Jesús lo dijo mientras estuvo en su breve ministerio terrenal y compartía con sus discípulos sobre la ley del amor.

Diferente porque no es lo que estamos acostumbrados a hacer.  Desde que nacemos, traemos el impulso de defendernos, amar a los que nos aman, y no dejarnos maltratar por ninguno.  El mundo en el que habitamos practica devolver bien por bien y mal por mal, es más, es tan duro el corazón del hombre que devolver mal por bien es común.

En un ambiente similar, hace unos dos mil años nace el Salvador del mundo, Jesucristo, y su enseñanza sobre el amor, tan contraria a la costumbre humana, es casi un misterio, un enigma difícil de descifrar, porque sólo lo puede practicar aquel que es transformado en su mente y corazón.

Dios muestra este amor tan especial a través de Jesucristo, quién en un acto sacrificial, dio su vida por nosotros para que pudiéramos experimentar el amor del Padre perdonando toda nuestra maldad.  Cuando reconocemos nuestra condición de pecado y nos volvemos a Dios, Él cambia y transforma el corazón.

Lo que nos parecía imposible, ese misterio del amor que no podíamos comprender, amar al enemigo, bendecirlo, hacerle el bien, lo entendemos por fin y empieza una vida nueva, una mente renovada, somos un milagro de amor y damos de lo mucho que recibimos.

Lee este lindo consejo del apóstol Pablo ¨No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal¨.  Recibe ese Amor tan grande del Padre, a través de Jesucristo, en tu corazón.

Gladys de Camacho