Esta corta frase muy sugestiva encierra preciosas verdades que debemos recordar para saber que no estamos solos en este convulsionado mundo, Dios nos dice en el libro de Cantares 1: 5  “¡Sobran las razones para amarte!” Seguramente Él tiene en mente todo por lo que tendríamos que pasar: peligros de toda clase, desilusiones, fracasos, rechazos, incomprensiones, violencia, sueños y expectativas que no logramos realizar. Pero cuando escuchamos de parte de Dios ¡Déjate amar! Quizá pensamos: ¿Qué tiene ese gran amor para mí?, ¡Podrá Dios ayudarme a salir de este estado insoportable?

¿ Tendrá Dios lo que necesito?.  Dios ha concedido al  ser humano todo lo que necesite para vivir como Él ha mandado. 2ª. Pedro 1: 3

1.    Ese gran amor de Dios tiene paz

Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da, no se turbe tu corazón ni tenga miedo” “En el mundo tendrán aflicción, pero confíen porque yo he vencido al mundo”   ¿Por qué no tienes paz?  Seguramente por  La enemistad con Dios y con alguien que amas, Dios quiere darte paz, Jesús vino para romper toda enemistad que el pecado ha producido en el mundo, además  Él es el mediador entre Dios y el hombre, y nos muestra el único camino  para estar en paz Con Dios, con alguien más y con nosotros  mismos, a Jesús, también nos dice lo que debemos hacer: “Humillémonos  bajo la poderosa mano de Dios y Él nos exaltará” 1ª. Pedro 5: 6,7

2.    Ese gran amor de Dios tiene perdón.

La Escritura dice que el amor cubre multitud de faltas. 1ª. Pedro 4:8

El profeta Oseas por orden de Dios tuvo que perdonar a su esposa Gomer muchas veces, yendo a buscarla cuando se iba con sus amantes. Dios puso de su amor en Él para atraer de nuevo a su esposa. Esta historia nos muestra el Gran amor de Dios para perdonarnos. Cuando Pedro el discípulo de Jesús le preguntó cuántas veces tenía que perdonar a su hermano que pecara contra él, ¿Hasta siete?, Jesús le contestó: no es hasta siete sino hasta setenta veces siete” Mateo 18:21,22

No hay día que no ofendamos a Dios y al prójimo, el único camino para restaurar la armonía y buenas relaciones en cualquier ámbito de nuestra vida, es perdonar. Jesús dijo: “Porque si no perdonan de corazón tampoco mi Padre les perdonará sus pecados y ofensas contra mí”

3.    Esa gran amor de Dios tiene sanidad.

En toda la Escritura vemos a Dios sanando. En Génesis 20:17 y Éxodo 15:26 encontramos dos hechos que nos muestran el poder de Dios para sanar.

Dios amó a Abraham; cuando llegaron a vivir con un rey que no temía a Dios y le había quitado a su esposa Sara, Dios trajo sobre ellos una gran enfermedad, Este rey se dio cuenta de su pecado y le devolvió a su esposa,  Dios le ordenó a Abraham que orara para sanidad y Dios los sanó.

Moisés en el desierto, camino a la tierra prometida después de tres días de camino, encontraron agua, pero estaban amargas, Moisés oró a Dios y las aguas se endulzaron para que todo el pueblo pudiera tomar y saciar su sed. Las Escrituras afirman “Yo soy Jehová tu sanador”

Muchos milagros que Jesús hizo cuando estaba en el mundo fueron sanidades de todo tipo de enfermedades. Un ejemplo fue la sanidad de una mujer que hacía dieciocho años padecía de un espíritu maligno de enfermedad y Jesús la sanó. Lucas 13:10-13.

Daniel Camacho A.P
Pastor