Los seres humanos somos por naturaleza seres sociales, fuimos creados para tener a nuestro alrededor, personas con las que podamos convivir para comunicarnos y recibir afecto. Nuestro primer y mas grande entorno lo constituye la familia.

Sin embargo, al día de hoy, hay muchos que no tienen satisfecha esa imperante necesidad de estar acompañados en su diario vivir.  Miles de niños y adultos crecen y viven en el abandono, en el dolor y en la miseria.  El pecado y la maldad, prevalecen, y el hombre ha dado la espalda a Dios, al dador de la vida, el amor y la bondad.

¿Eres uno de esos niños o niñas que ya han crecido, pero su sentimiento de abandono es el mismo? ¿te han fallado tus padres? ¿No encuentras quien llene tu necesidad? ¿buscas la persona ideal y no la hay?  Todos los seres terrenales, estamos limitados. Unos por naturaleza, otros por el pecado que les persigue y en el que se deleitan. Millones viven en
total obscuridad, sus corazones están endurecidos.  El único que no te fallara es Dios, el Padre celestial, Él es Santo, te ama y aborrece el pecado y la maldad.

Salmo 34:4 “Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”

Esta es la puerta para satisfacer la necesidad de tu corazón, buscar al que nunca te dejará y el que dice “Yo los perdonaré por haberme abandonado, les daré el regalo de mi amor…” Oseas 14:4 (PDT).

El quiere acercarse a tu vida y brindarte esa amable y dulce compañía, invisible para muchos, pero real para los que le buscan de todo corazón.  Búscale porque te está esperando.

Bendiciones para tu vida