Es fácil en estos tiempos que vivimos perder la salud, tanto física como mental. Las muchas contaminaciones pueden llegar a afectar seriamente nuestro cuerpo y lo que es peor, nuestra mente.

En la Biblia, donde encontramos respuesta a nuestras inquietudes, Jesús, el Hijo de Dios dice en el libro de Mateo 6:34.  No se afanen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.  Basta a cada día su propio mal.

Y, es verdad, que tendemos a afanarnos no sólo por el hoy, sino que agregamos mas carga a nuestra mente y a nuestras fuerzas, preocupándonos por el mañana.

Jesús nos lleva a una sencilla reflexión, …miren las aves del cielo, ellas no siembran, ni guardan en graneros y nuestro Padre celestial las alimenta, ¿no valen ustedes mucho más que ellas? …no se afanen diciendo ¿qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? …su Padre celestial sabe que tienen necesidad de todas estas cosas.

Leer estas afirmaciones, hechas nada menos, que, por el Hijo de Dios, nos produce confianza, ¡Dios sabe qué necesitamos! El nos conoce y está atento, viendo a quien recurrimos en nuestras necesidades, en momentos de aflicción, en el dolor, en
tribulaciones. Está atento porque Él nos ama y quiere darnos salud. ¿Qué espera de nosotros? “mas busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (paráfrasis de Mt.6:25.34).

Gladys de Camacho
Pastora